Alberto (39) es un hombre cuya vida ha girado en torno al deporte. A pesar de que la esclerosis múltiple le ha obligado a renunciar a algunos de sus sueños. Alberto ha decidido que esto no le frene y seguir practicando deportes nuevos y excitantes. Conoce su historia de primera mano.

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"Yo siempre practiqué deporte desde antes del diagnóstico (desde los 12 años mas o menos) y después del diagnóstico, evidentemente, con más motivos he continuado practicando la actividad física en la medida de lo posible y de forma razonable. 

 

Debido a mi esclerosis perdí habilidades adquiridas durante tantos años de prácticas  me veía con ciertas dificultades de continuar con seguridad la práctica de diferentes deportes. Tuve que dejar el hockey después de 14 años en los que llegue a jugar división de honor y el preeuropeo. Estuve practicando hockey hielo pero por los mismo motivos tuve que dejarlo.

 

A parte que mi estabilidad física (equilibrio) estaba ya en muy malas condiciones y tenia serias dificultades a parte de falta de destreza. Tengo mucha constancia en mi lucha personal y no abandono hasta que la evidencia consigue doblegarme.

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Decidí iniciarme en esto de la escalada, qué mejor desafío que aplicar todos mis conocimientos aprendidos en  con mucho esfuerzo y dedicación en estos añitos en hacer algo divertido y que cuide mi esclerosis.

 

Pero lo mejor que me ha traído la actividad física es el cariño y la comprensión de mis amigos del rocódromo (monitores incluidos).

El mejor desafío a mi enfermedad y a mi constancia es subir el Naranjo de Bulnes en compañía de gente que he aprendido a querer y ya estará presentes en mi lucha diaria,

 

Todo esto para aprender a defenderme de forma razonable ante una enfermedad así. Con las armas más importantes que son tu persona y la gente que te rodea y sobre todo te quiere. Con estas dos cosas tan sencillas, pero necesarias e importantes, se pueden hacer muchos desafíos personales con constancia, trabajo, compromiso y dedicación."

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